viernes, 12 de septiembre de 2008

Estudios sobre la lengua

Los estudios sobre la lengua hasta comienzos del siglo XX responden a una concepción de ciencia histórica, es decir que se estudia la evolución cronológica (diacronía). Los orígenes de la lingüística occidental se remontan a la filosofía griega; en esa etapa se descubren y analizan los fundamentos lógicos del lenguaje, especialmente los referidos a la categorización: nombres, géneros, número, etc. Luego, a principios del siglo XIX se descubren las relaciones entre las lenguas indoeuropeas, lo que da origen a estudios que investigan la evolución de las lenguas modernas desde este punto.

La etapa de la construcción y consolidación de las ciencias del lenguaje recién se inicia con las investigaciones de Saussure, cuyos trabajos son publicados por sus discípulos en 1916. A partir de entonces se desarrolla la idea de la lingüística como una ciencia independiente: su función es describir y explicar el lenguaje como objeto de estudio, una realidad actual, sincrónica, que no debe mezclarse con el estudio de la evolución histórica (Saussure, 1916-1996).

La lengua así investigada está constituida como un sistema de signos, es decir una disposición de elementos formales que se articulan en combinaciones variables, según ciertos principios estructurales. Se trata de un número finito de unidades fónicas[1] y gráficas [2], libremente combinados. Cada una de ellas se define por sus relaciones de oposición con la otra: no puede pensarse en una combinación en la que se repita el mismo signo, salvo que se busque producir un efecto predeterminado.

Estas unidades formales o signos están compuestos, para Saussure, por significado y significante (contenido conceptual y forma). Se relacionan entre sí en dos niveles: sintagmático y paradigmático. Los sintagmas se construyen con unidades en relaciones de sucesión, en función del carácter lineal del significantes: la casa de mi madre; no madre mi de casa, por ejemplo. La relación paradigmática se produce por asociación: el significado de una palabra se enlaza automáticamente en la mente del hablante con otras significaciones asociadas, según determinadas variables que tienen que ver con el sujeto o el contexto en que se realiza la emisión lingüística. Saussure distingue también entre los conceptos de lengua y habla. La lengua es social, abstracta, diacrónica. El habla es individual, concreta y sincrónica.

Tomado de: www.umsa.edu.ar/downloads/materias/07.03.39/3.doc

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