martes, 30 de septiembre de 2008

Ahora bien, si nacemos con esa capacidad innata para hablar una lengua,… ¿cuándo y cómo surgió ésta?


Diferentes investigaciones han intentado precisar el momento en el que aparece el ser humano en la tierra, no obstante, eso continúa siendo un misterio y sólo se mencionan fechas probables. Así se habla de que ocurrió entre 40 ó 70 mil años antes de Cristo.


Tal y como esta aparición constituye una interrogante igualmente lo es la cuestión del lenguaje. Cuándo, cómo y dónde apareció es un asunto que todavía no se puede explicar. Algunos investigadores lo ubican entre el “80,000 al 70,000 a. C., o sea al final del Pleistoceno.” (Dueñas-Tentory y Cachola, 2001:17-20). Para explicarlo, los científicos han elaborado diversas teorías: la divina, la de las exclamaciones, la onomatopéyica y la mecanicista. Nadie puede asegurar que alguna de ella sea cierta o falsa, sin embargo, nos apoyamos en ellas para intentar comprender este proceso tan complejo.


Una de las razones de su complejidad es que no existe ni un solo órgano fisiológico en el cuerpo humano que se encargue de esta función de manera exclusiva (la del lenguaje). Por el contrario, es la unión o la conjunción del trabajo de varios órganos lo que hace posible la existencia del habla (y, por ende, el desarrollo de la facultad del lenguaje). Por otro lado, para que exista es necesario convivir en un medio lingüístico o de otra manera esta habilidad no aparecerá. Además, si no desarrollamos esa facultad que permite reflexionar acerca de nosotros mismos y de nuestro entorno tampoco podemos ser llamados seres humanos.


Más información la hallarás en:
huitoto.udea.edu.co/LenguaMaterna/Documentos/UNIDAD%202.doc –

lunes, 29 de septiembre de 2008

¿Cuántas formas de comunicación existen?


De la misma manera como se ha diversificado el lenguaje, se han multiplicado las diversas formas de comunicación. Y es que el ser humano siente una gran necesidad de interrelacionarse y, para ello, ha creado diversos medios. Así comunicación y lenguaje son dos conceptos que van de la mano, no pueden deslindarse. Hay comunicación en todos los reinos de la naturaleza y cada uno de ellos posee un lenguaje especial. Por tanto, toda comunicación se apoya en un lenguaje y todo lenguaje es un método para concretar la comunicación a partir del mensaje.


Estos mensajes se estructuran sobre la base de los códigos: alfabéticos, fonéticos, icónicos, o dos o más de ellos combinados (lenguas). De ahí que sin mensaje no puede iniciarse el proceso de la comunicación.


Pero, ¿qué es el lenguaje? Este es un concepto muy amplio, al que se han dedicado muchas páginas. Yo me limitaré a tomar algunas afirmaciones hechas por estudiosos del tema, entre ellos me apego a lo señalado por Humboldt quien lo define como una capacidad inmediata de significar mediante cualquier código de signos convencionales institucionalizados. Observe que tal y como lo define este autor es una "capacidad de significar" que es convencional, es decir, común a todos, obviamente a todos los hablantes de una lengua (institucionalizada, reconocida por todos los miembros de una comunidad). Por tanto, es un acto puramente humano. Max Black nos denomina "homo loquens". En esta capacidad humana reposa lo que conocemos como civilización, sin ella no podríamos conocer ni conocernos.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Leer y escribir ¿qué significa?


Escribir va más allá de una simple actividad motora, es necesario saber para qué se hace, cómo se hace (en función de la circunstancia comunicativa en la que se encuentra: público al que va dirigido, tipo de texto requerido y manejo adecuado de la temática que pretende exponer) y haberlo hecho muchas veces. Por tanto, se pude decir que es una actividad que requiere de un alto grado de autodominio. Quien la ejercita, además de conocer su lengua requiere estar al tanto de las distintas situaciones de uso de ésta, es decir, poseer conocimiento gramatical y pragmático de la misma.

Por otro lado, leer es más que descifrar lo que dice un texto, también incluye la construcción de nuevos significados a partir de la integración dos tipos de conocimientos; lo que poseía el lector y lo que está incorporando a través de la lectura. Tal vez por eso Joseph Conrad dijo que el autor sólo escribe la mitad del libro. De la otra mitad debe ocuparse el lector.


Nuestra competencia lectora varía en función del contenido del texto, su distribución, nuestra disposición para la lectura y hasta el lugar y la circunstancia en la que se realiza. Como se puede observar intervienen elementos de distinta naturaleza: psíquicos y físicos.


A nivel personal, escribir se puede convertir en un instrumento de reflexión y auto conocimiento (tener un diario, por ejemplo) que te puede ayudar a organizar tu pensamiento y clarificar tus ideas.

Leer y escribir son dos herramientas esenciales en la vida moderna y que junto con la habilidad oral te permitirán ejercer tu ciudadanía real, tal y como lo señala la UNESCO.

La lectura, por su parte, te acerca a la cultura, te facilita el dominio del idioma, enriquece tu posibilidad expresiva (te permite adquirir un léxico amplio). Por sí sola se erige en un motor de aprendizajes, por tanto, amplía tus posibilidades de libertad.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Estudios sobre la lengua

Los estudios sobre la lengua hasta comienzos del siglo XX responden a una concepción de ciencia histórica, es decir que se estudia la evolución cronológica (diacronía). Los orígenes de la lingüística occidental se remontan a la filosofía griega; en esa etapa se descubren y analizan los fundamentos lógicos del lenguaje, especialmente los referidos a la categorización: nombres, géneros, número, etc. Luego, a principios del siglo XIX se descubren las relaciones entre las lenguas indoeuropeas, lo que da origen a estudios que investigan la evolución de las lenguas modernas desde este punto.

La etapa de la construcción y consolidación de las ciencias del lenguaje recién se inicia con las investigaciones de Saussure, cuyos trabajos son publicados por sus discípulos en 1916. A partir de entonces se desarrolla la idea de la lingüística como una ciencia independiente: su función es describir y explicar el lenguaje como objeto de estudio, una realidad actual, sincrónica, que no debe mezclarse con el estudio de la evolución histórica (Saussure, 1916-1996).

La lengua así investigada está constituida como un sistema de signos, es decir una disposición de elementos formales que se articulan en combinaciones variables, según ciertos principios estructurales. Se trata de un número finito de unidades fónicas[1] y gráficas [2], libremente combinados. Cada una de ellas se define por sus relaciones de oposición con la otra: no puede pensarse en una combinación en la que se repita el mismo signo, salvo que se busque producir un efecto predeterminado.

Estas unidades formales o signos están compuestos, para Saussure, por significado y significante (contenido conceptual y forma). Se relacionan entre sí en dos niveles: sintagmático y paradigmático. Los sintagmas se construyen con unidades en relaciones de sucesión, en función del carácter lineal del significantes: la casa de mi madre; no madre mi de casa, por ejemplo. La relación paradigmática se produce por asociación: el significado de una palabra se enlaza automáticamente en la mente del hablante con otras significaciones asociadas, según determinadas variables que tienen que ver con el sujeto o el contexto en que se realiza la emisión lingüística. Saussure distingue también entre los conceptos de lengua y habla. La lengua es social, abstracta, diacrónica. El habla es individual, concreta y sincrónica.

Tomado de: www.umsa.edu.ar/downloads/materias/07.03.39/3.doc